A veces, quiero explicar algo, pero me encuentro con el hecho de que alguien lo ha hecho ya de una forma mejor de la que yo me siento capaz...
En el punto medio entre el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno, del 31 de octubre al 1 de noviembre en el norte y del 30 de abril al 1 de mayo en el sur, se celebra el antiguo festival de Samhain, cuyo nombre viene del dios pre-cristiano Samana, el aspecto subterráneo del Sol.
Es un momento para adaptarnos al incremento de la oscuridad: los días son cada vez más cortos, las hojas caen de los árboles, los pájaros están migrando. El invierno se acerca. Es el momento de desprendernos de lo viejo, y ancestralmente, un tiempo para honrar la muerte y los ancestros. Durante estos días, el velo entre los mundos está en su punto más estrecho: un portal se abre entre el mundo visible de la materia y el mundo invisible del espíritu, una grieta en el telar del tiempo-espacio.
Los muertos recientes y otros ancestros visitan sus seres queridos, y se deja un lugar para ellos en la mesa de la cena, o en un altar, con su comida preferida. Es el momento de hacer viajes chamánicos y recibir visiones y poderes sanadores.
Al haber crecido en culturas patriarcales, la mayoría de nosotr@s hemos aprendido a temer la oscuridad, la muerte y todo lo relacionado con el “submundo”. Hel era la reina nórdica y mágica del submundo, y se convirtió en hell – infierno en inglés-. Originalmente se refería a un santuario uterino o cueva sagrada de renacimiento. En las culturas matriarcales, el submundo era el lugar de los misterios profundos, donde tenía lugar la transformación y la regeneración, donde una moría para renacer. El fuego de la purificación era el útero de la Madre Tierra. Con el patriarcado apareció el temor a lo que no se podía identificar y nombrar, entonces se convirtió en el ardiente abismo del diablo: hell – infierno-.
Ahora hace falta deshacer la manera en que hemos reprimido y rechazado tanto la muerte como la oscuridad. Todos los miedos y emociones no deseados que hemos guardado en el inconsciente están esperando y deseando ser abrazados a la luz cálida de la consciencia: que los miremos, los afrontemos, los atravesemos para liberar las energías que yacen debajo del inconsciente condicionado. A medida que empezamos a aceptar la presencia de la oscuridad y la muerte como otro aspecto de la vida, dejan de ser monstruos que hay que temer y empiezan a ser aliados y guías a través del laberinto.
Texto inspirado y traducido por Sophia Style de las palabras de Glennie Kindred “Sacred Celebrations: A Sourcebook”
Este texto hermoso lo he cogido prestado de la web de Mujer Cíclica. Gracias.
Desde hace algunos años, me gusta crear un pequeño altar otoñal en casa para celebrar Samhain. Unas fotos de mis seres queridos que se marcharon, algunos frutos típicos de esta época, castañas, una granada, calabazas (que este año me han quedado espectacular!!) y velas, por supuesto, para guiarles hasta mi en esta noche especial. Dentro de mi coexisten la que cree en la magia como todos aquellos misterios que aún no entendemos y trata de cultivar su parte más espiritualidad y la que no puede evitar cuestionarselo todo.Pero la final lo que importa es que los hecho de menos y el realizar este pequeño ritual me hace sentir más cerca de ellos... con eso me vale.
Feliz Samhain, Halloween, Día de Difuntos, de los Santos o lo que sea que celebréis en esta mágica época del año!